A finales de agosto, el Consejo de Movilidad de Benidorm apoyó la puesta en marcha del carril bus-bici-taxi de manera provisional en la Avenida Mediterráneo, supeditando su eliminación o mantenimiento a informes técnicos que evaluaran su funcionamiento . En cambio, el alcalde firmó un decreto el pasado 29 de diciembre que elimina estos carriles reservados para el transporte público, «sin informes que avalen la decisión, sin consultar previamente el Consejo de Movilidad y rompiendo así el acuerdo consensuado que se había tomado», según el concejal y portavoz del grupo municipal Compromís Los Verdes, Josep Bigorra.
«¿Qué confianza se puede tener en un gobierno local que se carga por decreto decisiones tomadas en el Consejo de Movilidad, sin ni siquiera informarle de su medida? ¿Dónde queda a partir de ahora la credibilidad del gobierno si dicen algo en el Consejo y luego, a escondidas, hacen otra cosa? «, criticaba Bigorra. El concejal se refiere así al decreto del gobierno de Benidorm de 29 de diciembre en que resuelve acomodar el tráfico que va por la Avenida Mediterráneo desde la Avenida de Europa hasta el Rincón con dos carriles para la circulación en general y uno central para el carril bici, o lo que es lo mismo, la eliminación vía decreto del carril bus-bici-taxi que se puso en marcha en septiembre durante la Semana de Movilidad, tal como había acordado el Consejo de Movilidad, sin ningún informe técnico que avale la decisión. Según consta en acta del Consejo celebrado en octubre en el que se valoraba la puesta en marcha de dicho carril, el concejal González de Zárate, que lo presidía entonces, reconoce que el Consejo se había manifestado a favor y que su intención era mantenerlo.
Hay que recordar que en ese Consejo de Movilidad, los técnicos municipales, el colectivo taxista, el sector del autobús y el representante del Consejo Vecinal expresaron apoyo a la medida. En cambio, la única voz discordante fue la de Ciudadanos. «Parece que, para el PP, la participación ciudadana es genial si avala su acción de gobierno, pero cuando puede poner en peligro futuros acuerdos municipales o el apoyo de otros grupos municipales a sus políticas, entonces ya no es tan importante la participación y el consenso», ha criticado.
Además, Bigorra pone en duda los futuros acuerdos que se puedan tomar sobre la Avenida Mediterráneo u otros viales «porque no tenemos ninguna seguridad de que el gobierno local cambie el paso sobre la marcha y en su beneficio, ignorando cuestiones que se puedan consensuar». «Si actúan así sobre los cambios en calles y avenidas que llevan a consideración de los diferentes consejos en el que están representados los sectores sociales de la ciudad, ¿cómo no han de hacer y deshacer a su antojo de las vías que ni siquiera tenemos posibilidad de expresar nuestra opinión y nos encontramos los cambios ya hechos?», señaló. Por todos estos motivos, el concejal considera que «al final, el gobierno da una sensación de improvisación al respecto de la movilidad y la escena urbana que sufren los vecinos y vecinas de Benidorm y nuestros visitantes».